agosto 21, 2010

Más vale tarde que nunca.

Estoy de regreso, como que de repente me olvidé de este blog, pero prometo actualizar más seguido. Conste que dije más seguido y no MUY seguido.

Por hoy, dejo una reflexión que hice para mi clase de Etimologías.

Quo Vadis?

¿Hacia dónde vamos? Las personas suelen tener planes a futuro. Ya sea un futuro muy próximo o que prácticamente tengan su vida planeada.

Yo creo que lo mejor es planear poco a poco, ir construyendo un camino de acciones y no sólo pensar en cómo sería el futuro. Para poder construir nuestro camino, es importante saber qué es lo que queremos, como dice Paulo Coelho, “Para que todo vaya mejor, es necesario que sepas lo que quieres.” Una vez que se sabe qué es lo que se quiere, todo se vuelve más sencillo.

Respondiendo la pregunta, pienso terminar la preparatoria para iniciar con la carrera de Psicología, que es algo que me apasiona, que me encanta y podría dedicar mi vida entera a ella. Pienso terminar la carrera aquí e irme al extranjero para especializarme y ejercer mi carrera. Aún no tengo muy definida el área en la que me especializaré, sin embargo sé que es tanto mi amor con la Psicología que me esforzaré para ser la mejor en el área que sea.

Quiero ayudar a las personas con los conocimientos que voy adquiriendo día con día y así mejorar o contribuir con la mejora de este mundo en el que nos ha tocado vivir. Creo que una de las principales metas que tengo es esa, mejorar al mundo, cambiarlo. Bien dicen que el cambio debe empezar en nosotros y es por eso que trato de ser una mejor persona.

Quiero ir hacia un futuro diferente, el mundo cambia cada segundo un poquito más y en mis planes está cuidar que cambie bien y que las generaciones que vienen cuiden lo que se logre.

Así que si me preguntan a dónde voy, con seguridad puedo responder que voy hacia un futuro mejor, caminando por el camino que me he construido.

abril 04, 2010

Así están las cosas.

Estos días he escrito mucho sobre cambios, cambios, cambios y más cambios. Personas que llegan, personas que se van. He escrito sobre aquellas personas que me han hecho mal y sobre aquellas que están saliendo de mi vida, por eso mismo. No he escrito sobre las oportunidades, pero una vez más he dado una oportunidad. Ya sea porque el mes de abril empezó, ya sea porque no sé decir “no”, ya sea porque estoy cansada de llorar o porque prefiero decir “sí” pero sin esperar un cambio de parte de nadie… porque sé que no lo habrá.

El madurar no implica tanto cambio, ya me han dicho. El crecer tampoco. Yo digo que sí, que el crecer, madurar… Todo te lleva a un cambio, quizá paulatino, pero te lleva a cambiar. A mí este cambio, no sé porqué, me está tocando vivirlo muy de golpe. A mí y a quien esté cerca. Aúch. Pobre de quien esté cerca.

Por ahí me han dicho que soy bipolar, y sí, lo soy. Bipolar, no doble cara. Y no es tanto eso, lo que pasa -más bien- es que la gente (en este caso dos que tres personas), no ven el “detrás de…”. Y no los culpo, nadie tiene porqué saber el “detrás de…” mis cambios de humor, en los que hay pláticas con amigos, con mi madre, conmigo y/o con mi conciencia. Cosas que me hacen ver que personas así sólo me hacen daño. Ya he tenido pláticas así muchas veces, pero al fin -yeiii, sí, ¡al fin!- he caído en la cuenta de que me hacen mal.

Total que, con estos cambios, muchas cosas ya no se ven igual, pero me gusta seguir conservando ese corazón de niña que me cargo. No hay cosa que desee más que ser niña por siempre, al estilo Peter Pan.

Y… entre las cosas que ya no se ven igual está la gente que me rodea. Mucha gente que estuvo tan, pero tan cerca de mí, comienza a verse lejos. Los que van llegando traen buena vibra, y eso me agrada. Eso de que “Más vale malo por conocido que bueno por conocer” ya no aplica, definitivamente. De alguna manera la frase que me vino a la mente a finales del año pasado -por ahí de noviembre- “Lo mejor llega solo, lo malo tarda en irse (pero se va)” no está tan lejos de la realidad. Quizá no se va, porque de alguna manera, en su tiempo hizo bien. Ahora no, ahora causa llantos, enojos y qué más quisiera yo que se fuera, pero no… sí se queda. (“No es cierto, no se va.”) Ya no está conmigo, hablando de un presente-futuro. Se queda, pero se queda en el pasado. Son cosas que no se pueden borrar, aunque se quiera así. Además, el pasado no está tan mal. Las cosas que pasaron antes, debo admitir, no son taaaaan malas… sólo que ahora ya no me corresponden.

Así están las cosas, y no miento al decir que la gente que no me corresponde irá desapareciendo. Porque así están las cosas…

De Las Que… Cambios y más cambios.

Últimamente he pasado bajo la lupa de muchas personas, muchas personas han pasado bajo mi lupa. Las cosas han cambiado, he cambiado sin querer hacerlo. He crecido…

Últimamente muchas cosas se han transformado junto conmigo… Una de las cosas que van a cambiar junto conmigo es este blog. Lo he abandonado un poco (bastante) porque la forma en la que solía escribir ya me parece aburrida, prefiero hacerlo más a “como caiga” y así será. Estaré más seguido, definitivamente, por estos lares.

Si por casualidad caes a este blog (aunque no creo en las casualidades) no dudes en dejar un comentario.

Nos estamos escri-viendo (:

febrero 23, 2010

De Las Que… No Sabes Que Hacer.

Cuando tienes muchas cosas en mente.
Cuando no sabes con qué empezar.
Cuando la prioridad no ayuda, porque no la hay.

Cuando buscas hablar y nadie escucha.
Cuando buscas escuchar y nadie habla.
Cuando prefieres pedir consejo a ti mismo.

Cuando todos tienen cosas mejores que hacer.
Cuando crees que lo tuyo es más importante.
Cuando no queda más que resolver sin ayuda.

Cuando empiezan a surgir soluciones.
Cuando las primeras son descartadas por ser descabelladas.
Cuando las retomas por que no hay más.

Cuando buscas, y por más que buscas no encuentras.
Cuando encuentras y no te gusta lo que hay.
Cuando prefieres quedarte como estabas antes.

De las que… No sabes que hacer.